Ingredientes.
- 1 cebolla mediana
- 1 tomate maduro rallado
- 3 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- Un trocito de Guindilla (dependiendo de lo picante que os guste)
- sal
- aceite de Oliva.
Elaboración.
Deciros que previamente hemos "engañado" los caracoles para que saquen toda la "molla", y los hemos hervido, después de eso, con agua fria los hemos limpiado 3 o 4 veces.
En una cacerola, ponemos un chorrito de aceite de Oliva, un pellizco de sal, los ajos, partidos por la mitad, y la cebolla cortada en tiras finas.
Removemos y añadimos las hojas de laurel, y un par de trocitos de guindilla. Ahora dejamos que a fuego bajo la cebolla se poche durante unos 10 minutos.
Ahora subimos un poco el fuego, añadimos el tomate que hemos rallado (hay a quienes les gusta mas troceado, también es una buena opción), removemos durante un par de minutos (si el tomate es troceado, unos 5 minutos), para que el tomate se sofría un poco, y añadimos los caracoles.
Removemos y esperamos unos 2 minutos o tres más y ponemos agua en la cazuela, mas o menos hasta que los caracoles estén tapados de caldo.
Ahora es el momento de dejar que se cuezan a fuego lento durante mas o menos media hora. Se tiene que reducir el caldo, pero ya depende de cada cocinero un poco el caldito que les dejamos a los caracoles. (nosotros somos muy de mojar pan, jajaja...)
Emplatado.
Servir en una fuente blanca, acompañado de un buen vino tinto y unas rodajas de pan ligeramente tostado, y .... Buen Provecho.
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